lunes, 20 de septiembre de 2010

PEDAGOGÍA Y PRÁCTICAS EDUCATIVAS

ESTRUCTURA Y MODO DE SER DE LAS TEORÍAS PEDAGÓGICAS
Héctor H. Fernández Rincón

Tratar de definir las características de las teorías pedagógicas y de la didáctica resulta algo complejo. Aún si quisiéramos delimitar su interrelación sería una tarea ardua y tal vez imposible debido a que cada una de estas disciplinas atiende varios temas. Son disciplinas que se mantienen en constante construcción, a pesar de que no es un tema novedoso y que ya existen gran variedad de corrientes teóricas y metodológicas que nos hablan al respecto, todavía no está dicha la última palabra.

Es importante partir del concepto de educación. ¿Qué es la educación? Generalmente cuando hacemos alusión a este término, nos viene a la mente una escuela, la estructura como tal, con sus componentes: maestro, alumnos, aula. Pero hablar de educación no solo contempla estos rasgos. Es un término muy polémico, pues al referirnos a educación podemos estar hablando de una de las características de un sujeto, por ejemplo cuando decimos “fulanito es muy educado”, o “que falta de educación de perenganito”. También podemos referirnos al acto de enseñar como tal, lo que hacen los maestros, la labor que desempeñan. Como educación también identificamos a una empresa, una estrategia, una organización. Y cuando se habla desde naturaleza epistemológica, hay autores que afirman que es una ciencia, o está en vías de llegar a serlo, algunos otros, por el contrario, afirman que de ninguna manera puede ser una ciencia.

En fin el término lo manejamos a través de diversos significados. Para el autor educación es una acción de intervención para la configuración y formación de sujetos sociales. Debe de tener fines específicos y bien determinados.

Entonces cuando hablamos de pedagogía, ¿a qué nos referimos? Muchas de las veces surge esta confusión, ubicamos la pedagogía como el proceso de enseñanza aprendizaje o como los procesos de enseña y los de aprendizaje. También como el modo en que aprendemos, la forma en que el maestro transmite sus conocimientos, pero, ¿no será que seguimos hablando del término educación?

La pedagogía, según el autor, es una disciplina que interviene en la educación con la finalidad de legitimar y mejorar los ideales y las prácticas educativas, se trata de una acción de intervención que pretende legitimar y mejorar los ideales, las prácticas, las intenciones y las actividades educativas.
En ambos casos se habla de intervención, pero la educación interviene en la formación del individuo a través de diversos procesos de enseñanza aprendizaje y la pedagogía es aquella disciplina que efectivamente interviene pero en la legitimación de estos procesos de enseñanza aprendizaje, en darles validez.

Al hablar de procesos de enseñanza aprendizaje surge entonces un nuevo término del cual debe hacerse mención, la didáctica. El autor menciona que la didáctica es la disciplina que se encarga de articular, de lograr que se acoplen los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Que esos procesos de enseñanza y aprendizaje sean los adecuados e implementados de la manera correcta para surtan el efecto deseado en la formación del sujeto. No se puede hablar de educación sin hablar de didáctica y aunque surge la confusión entre sí una depende de la otra o si son disciplinas que están a la par una de la otra, la conclusión al respecto es que no se puede desarrollar una sin la otra.

No podemos finalizar este texto sin mencionar lo que es una teoría pedagógica, para Fernández Rincón una teoría pedagógica tiene planteamientos estructurales explícitos, a veces subyacentes, relativos a varias problemáticas, entre los imprescindibles están: el hombre, la sociedad, los conocimientos importantes, el desarrollo de los individuos, el aprendizaje y la enseñanza.

Elaboró:
Zayda Raquel Duarte Duarte.

Referencias consultadas:
Fernández Rincón, Héctor H. et. al, Pedagogía y prácticas educativas, UPN, México, 2009, pp. 11-45

PEDAGOGÍA ¿DISCIPLINA EN EXTINCIÓN?

ATINOS Y DESATINOS DE UN ESTATUTO

Fernando Juárez Hernández

Comenzaremos aludiendo a una cuestión que el autor se plantea, ¿se está haciendo un mal estudio de la pedagogía? O ¿qué pasa?, ¿realmente estamos haciendo pedagogía? Para dar una mejor respuesta a estas cuestiones se debe de partir de la cuestión ¿qué es pedagogía? ¿Qué es educación?

El autor encuentra que de tantos autores que definen estos términos, se ha perdido el sentido o se ha desordenado dichos conceptos. Los autores que han elaborado la historia de la pedagogía parten de un supuesto distinto pero todos tienen un mismo estatuto.
Se analiza constantemente si es lo mismo educación que pedagogía. Aunque se han definido más de una vez como conceptos diferentes se considera que la base, la raíz de todo sigue siendo la misma.

Rrespecto a la diferencia entre pedagogía y educación, ésta puede radicar tal vez, en que a través de la pedagogía se legítima la educación.

Resulta complicado si se analiza únicamente partiendo de nuestro contexto actual a la pedagogía. Los principios pedagógicos se comprenden mejor cuando se muestra como se han gestado a través de la historia algunos cambios.

Existe confusión entre pedagogía y educación, tanto así que no hay fronteras definidas, no hay teorías que delimiten que elementos tiene una y cuales la otra.
La consecuencia de que un docente no reconozca e identifique claramente dichos conceptos es que en vez de contribuir al desarrollo óptimo del estudiante, lo retrasa. La causa de que suceda que las personas no tengan conciencia y conocimiento sobre pedagogía y educación, según el autor, es porque tienen carencia de racionalidad y es obligación del docente el tenerla, pues esto le permitirá diferenciarse de cualquier otra persona que pretenda enseñar; debe construir objetos de estudio pedagógicos, además hacerlos compatibles con la práctica pedagógica.

Tiene que haber una racionalidad pedagógica y ésta justificar su propio terreno pedagógico. No solamente determinar qué elementos la componen también identificar que elementos no pedagógicos influyen en ella.
El autor menciona que lamentablemente en México no se ha determinado una racionalidad pedagógica. Se debe encontrar una base, con sus componentes (categorización). Para hacerlo se debe al menos analizar la vida real de la educación, teorías pedagógicas y política educativa en nuestro país. Pero ese rescate no se ha hecho pues queda únicamente en lo descriptivo, no es novedad mencionar que tomamos teorías de todos los países que les funcionaron a ellos en una época y contexto totalmente diferente al nuestro.

Para comprender verdaderamente esa racionalidad en México se debe analizar hecho, teoría y progreso.

Elaboró:
Zayda Raquel Duarte Duarte.

Referencias consultadas:
Basada en la exposición desarrollada en clase de Seminario de Pedagogía el día 14 de septiembre de 2010.