lunes, 20 de septiembre de 2010

PEDAGOGÍA ¿DISCIPLINA EN EXTINCIÓN?

ATINOS Y DESATINOS DE UN ESTATUTO

Fernando Juárez Hernández

Comenzaremos aludiendo a una cuestión que el autor se plantea, ¿se está haciendo un mal estudio de la pedagogía? O ¿qué pasa?, ¿realmente estamos haciendo pedagogía? Para dar una mejor respuesta a estas cuestiones se debe de partir de la cuestión ¿qué es pedagogía? ¿Qué es educación?

El autor encuentra que de tantos autores que definen estos términos, se ha perdido el sentido o se ha desordenado dichos conceptos. Los autores que han elaborado la historia de la pedagogía parten de un supuesto distinto pero todos tienen un mismo estatuto.
Se analiza constantemente si es lo mismo educación que pedagogía. Aunque se han definido más de una vez como conceptos diferentes se considera que la base, la raíz de todo sigue siendo la misma.

Rrespecto a la diferencia entre pedagogía y educación, ésta puede radicar tal vez, en que a través de la pedagogía se legítima la educación.

Resulta complicado si se analiza únicamente partiendo de nuestro contexto actual a la pedagogía. Los principios pedagógicos se comprenden mejor cuando se muestra como se han gestado a través de la historia algunos cambios.

Existe confusión entre pedagogía y educación, tanto así que no hay fronteras definidas, no hay teorías que delimiten que elementos tiene una y cuales la otra.
La consecuencia de que un docente no reconozca e identifique claramente dichos conceptos es que en vez de contribuir al desarrollo óptimo del estudiante, lo retrasa. La causa de que suceda que las personas no tengan conciencia y conocimiento sobre pedagogía y educación, según el autor, es porque tienen carencia de racionalidad y es obligación del docente el tenerla, pues esto le permitirá diferenciarse de cualquier otra persona que pretenda enseñar; debe construir objetos de estudio pedagógicos, además hacerlos compatibles con la práctica pedagógica.

Tiene que haber una racionalidad pedagógica y ésta justificar su propio terreno pedagógico. No solamente determinar qué elementos la componen también identificar que elementos no pedagógicos influyen en ella.
El autor menciona que lamentablemente en México no se ha determinado una racionalidad pedagógica. Se debe encontrar una base, con sus componentes (categorización). Para hacerlo se debe al menos analizar la vida real de la educación, teorías pedagógicas y política educativa en nuestro país. Pero ese rescate no se ha hecho pues queda únicamente en lo descriptivo, no es novedad mencionar que tomamos teorías de todos los países que les funcionaron a ellos en una época y contexto totalmente diferente al nuestro.

Para comprender verdaderamente esa racionalidad en México se debe analizar hecho, teoría y progreso.

Elaboró:
Zayda Raquel Duarte Duarte.

Referencias consultadas:
Basada en la exposición desarrollada en clase de Seminario de Pedagogía el día 14 de septiembre de 2010.

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